El éxito deportivo no se escapa de las consecuencias de una mala gestión financiera.
Iniciar una nueva vida después del deporte profesional no es un camino de rosas. Existen infinidad de casos sobre deportistas que se arruinan al poco de finalizar su carrera deportiva por una mala gestión de sus patrimonios.
De amasar una fortuna, tener fama y éxito muchos, pasan al otro extremo y a depender sus vidas al completo del Estado. Un estudio elaborado por la consultara Schips Finanz en 2012 aseguró que el 50% de los futbolistas de las grandes ligas europeas van a la quiebra una vez se desligan del fútbol. La cifra es alta, pero es incluso más alarmante en los ex de la NFL. Aquí asciende hasta el 78% el número de deportistas arruinados. Se ven muchas veces desamparados porque hasta el 65% se retira con lesiones crónicas, incapaces después de asumir el elevado coste de los seguros médicos en Estados Unidos.
No solo hay que reseñar el aspecto económico. El salir de la burbuja en que la sociedad les instala deriva en ocasiones en alcoholismo, drogadicción y problemas mentales una vez de vuelta a la realidad. Eso mismo sucedido con el padre del ciclista Bradley Wiggins y también ligado de juventud al mundo de la bici. Murió por culpa de alcohol, tras verse sumido en una gran depresión. De ahí que muchos deportistas en activo, con visión de futuro y bien asesorados, inviertan parte de sus ingresos en negocios, a fin de no acabar como el progenitor de Wiggins, Gascoigne, Garrincha o Julio Alberto.
A este grupo pertenece Gerard Piqué. Suya es la sociedad Kerad Games, empresa afincada en Barcelona, y dedicada al diseño de videojuegos online. Su invención estrella ha sido Golden Manager por ahora. Es una versión mejorada del PC Fútbol, que en su día revolucionó y marcó a toda una generación de jóvenes en España. Los resultados están ahí y Golden Manager figura como finalista de los Premios Nacionales. Y no solo le va bien a nivel empresarial al catalán. Tras ganar el triplete con el Barcelona, las apuestas de fútbol, disponibles aquí, ven al Barça levantando más títulos en 2016. También maneja negocios varios Cristiano Ronaldo, entre ellos su propia línea de ropa y una discoteca en Portugal de nombre Seven y muy bien valorada entre la alta sociedad portuguesa.
La diversidad está a la orden del día y el futbolista ya no solo piensa en seguir vinculado a su deporte a través de los despachos, banquillos o medios de comunicación. Por ejemplo Juan Mata es uno de los inversos de la startup ‘Perso.na’, cuya finalidad es integrar varias plataformas como Facebook, Youtube e Instagram. En lo meramente deportivo cerró el curso en blanco con el Manchester United, pero con los nuevos fichajes de los ‘red devils’ Mata tiene opciones de retornar a la senda de los trofeos y así lo indican las apuestas en línea de betfair, al ser el conjunto de Mánchester uno de los grandes candidatos a la Premier League junto con Chelsea y Manchester City.
En ocasiones el deporte te jubila incluso antes de poder plantearte el futuro. Por ese mal trago pasaron Julio Iglesias y Álvaro Benito. Dos lesiones graves truncaron sus sueños de ser estrellas del balompié y encontraron en la música una nueva vocación. El primero es uno de los artistas más afamados a nivel internacional, mientras que Álvaro Benito con su grupo Pignoise suele llenar recintos con un estilo pop punk similar al de bandas como Green Day o Blink-182. ¿Hay vida después del deporte profesional? Parece que sí.
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